Las Películas de Superhéroes de mi Infancia (y Adolescencia)
Como todas las personas en España menores de entre 20 y 60 años, yo empecé a leer cómics de Zipi y Zape o Mortadelo y Filemón. Recuerdo cuando una vez, veraneando en Cádiz, allá por el 2003, cuando yo tenía tan solo 4 añitos, mi abuela materna me compró un tebeo de los hermanos mellizos más divertidos del noveno arte. Aunque ella nació al inicio de la Guerra Civil, conocía a los personajes de Ibáñez y Escobar, ya que se los leía a mi madre de pequeña. De niña siempre iba con un cómic bajo el brazo: al parque, al cuarto de baño, a casas de familiares, de viaje... Pero el paso a los superhéroes lo di gracias a las películas.
Unos cuantos años después de mi primer acercamiento a los tebeos, sobre el 2005, estaba de nuevo de vacaciones en Cádiz. En Antena 3 echaban una película llamada Batman Returns. Mi madre me animó a verla, diciendo que Batman era un superhéroe vestido de murciélago y que estaba muy chula. Como me gustó la película de Los Increíbles, pensó que sería buena idea que me familiarizara con los mayores iconos. Yo no conocía al murciélago de nada, pero mientras veía la película, los ojos me brillaron. Entre que salían gatos y Batman mola, me di cuenta de que él era el superhéroe favorito, aún sin conocer a otros. Ahí empezó mi amor hacia el personaje que más me ha marcado en mi vida y más quiero.
Pero la cosa no quedó ahí, ya que cuando volví al colegio, todos los niños estábamos entusiasmados con Spiderman. Y obviamente yo no podía faltar en esa vorágine fan. La abuela de un amigo de la infancia me regaló un DVD pirata de la segunda parte de la trilogía de Raimi. Terminó inservible de la cantidad de veces que reproduje la película. Sin exagerar, puede que la viera unas 100 veces el primer año. Repito, no me estoy viniendo arriba. Me encantaba y tanto fue así que en el 2007 fui muy feliz de poder ver Spiderman 3 en el cine. A ver, en su momento me gustó, pero tantos años después no me atrevo a revisionarla. Mejor dejemos ese grato recuerdo en la infancia y ya está.
Como mi pasión por los superhéroes iba en aumento, me empecé a familiarizar con el Superman de Christopher Reeve. Estaban bien, pero el Hombre de Acero no era alguien que me entusiasmara demasiado. Batman me gustaba mucho más y esas películas se veían anticuadas. Además, el kryptoniano era un poco tonto. Ahora me doy cuenta de que quizás mi criterio no estaba del todo acertado en ese aspecto, aunque algunas lecciones de bondad y empatía del primer superhéroe llegaron a mi mente y a mi corazón. También por aquella época, vi en el cine a Los Cuatro Fantásticos. Hace poco me puse de nuevo la primera y se conserva relativamente bien. Aunque me lo pasé bien con ella, no me llegaron a marcar en la infancia. Peor fue el caso de Hulk, héroe que odiaba de pequeña. A día de hoy solo he visto la de Edward Norton y la detesto. El Coloso Esmeralda y yo nunca nos llevaremos bien.
Volviendo al murciélago, el momento de mayor felicidad que he vivido en una sala de cine fue viendo en época estival (y sí, también en Cádiz) El Caballero Oscuro. Mi madre sufrió bastante por si me daba miedo o me traumatizaba al no ser una película demasiado apropiada para una niña de 9 años. Pero qué bien me lo pasé. Aunque hubo cosas que no terminé de comprender hasta bastante tiempo después, como el por qué Batman asumía la culpa o algunas frases del Joker, yo era consciente de que estaba ante una obra maestra. No me faltaba razón.
No quiero dejar pasar a los mutantes y a Daredevil. Aunque no vi ninguna en el cine, si pude disfrutarlas en la televisión. Matadme si queréis, pero me parecen muy dignos. Y sí, soy de las pocas locas que defiende el Daredevil de Ben Affleck. Es cierto que la serie de Netflix supera a esta versión en todo, pero le tengo mucho cariñó. De Elektra mejor ni hablemos, por mi bienestar cerebral. Era tan mala como Catwoman, pero esta última al menos tenía gatos. Aunque daba más grima. Y en cuanto a los mutantes, aunque apenas conocía a los personajes salvo a Lobezno (¿acaso estas películas trataban de alguien más que de Lobezno, Xavier y Magneto?), me lo pasaba genial. Hugh Jackman siempre ha estado espectacular, y reconozco que se me saltaron las lágrimas cuando se anunció que retomaría el papel en Deadpool 3. Yo, que odio la saga de Deadpool, deseando como una loca que se estrene ya. Lo que es la vida.
Curiosamente, al Universo Cinematográfico Marvel apenas me acerqué. Vi en el cine con dos amigos (uno de ellos el que me consiguió Spiderman 2 en DVD), las dos primeras de Thor y ya está. Me gustaron mucho pero no me mataron. No fue hasta muchos tiempo después que volví a ver una del UCM en la gran pantalla. Podemos mencionar también el final de la trilogía del Batman de Nolan, que me fascinó, pese a que muchos la consideran la peor. Prefiero decir que fue la "menos mejor", porque para mí las tres son sobresalientes. Finalmente, me gustaría destacar la última que vi siendo menor de edad. En algún sitio tengo que marcar el límite, así que lo haremos a los18 años (6 de febrero de 2017). Se trata del Escuadrón Suicida. Para muchos fue un esperpento, pero a mí me encantó. La vi primero con mis primos y luego con mi madre. La Harley Quinn de Margot Robbie es puro carisma y la banda sonora eran tremendos temazos. Nada superará a Daredevil con Evanescence, pero esta se quedaba cerca. Tanto me gustó que esa fue la culpable de que mi gasto de cómics ascendiera notablemente. Quizás demasiado. Prefiero no hacer cuentas de cuánto incrementó y cómo estaría mi cuenta bancaria a partir de ese momento.
Ya a modo de menciones de honor, aún viéndolas con la edad legal para fumar, beber, conducir, votar e ir de discoteca (cosas que nunca he hecho, en serio) están Wonder Woman (Gal Gadot, te amo), el Snyderverso, Logan (obra maestra) y algunas del UCM como Capitana Marvel (Brie Larson, te amo), Infinity War y Endgame. Ha sido realizando este artículo cuando me doy cuenta del valor de las películas de principios del siglo XXI. Quizás algunas no sean las mejores y en algunos aspectos hayan quedado obsoletas, pero marcaron a toda una generación. Vale que Fox y Sony en esa época no sean la Disney de hoy, pero esas siempre se encontrarán entre mis favoritas. El Spiderman de Raimi, los X-Men, Daredevil... A día de hoy puede que estén discutidas, pero siempre les tendré un cariño especial. No menciono las de Batman porque esas siempre son buenas. Salvo Batman & Robin, esa incluso de pequeña me pareció cutre. ¡Larga vida a los héroes de mi infancia! ¿Y quién sabe? A lo mejor en Secret Wars veamos algo similar a la escena de los portales de Endgame pero con todos los héroes de Marvel de hace dos décadas. Ya pasó con Tobey Maguire y ocurrirá con Hugh Jackman. Dejadme soñar.
PD: Aquí os comparto la foto de mi primer tebeo. Gracias abuela, por comprarme mis primeros cómics y gracias mamá por hacerme fan de los superhéroes.
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