Mr. Milagro - Mi Cómic Generacional

Todo el mundo sabe que Tom King es mi guionista favorito de la actualidad. Y es que su estilo narrativo me tienen fascinada, llegando a crear una prosa poética en todos sus relatos con un trasfondo íntimo y personal, humanizando a todos los personajes que escribe, pero sin dejar de lado el heroísmo y la épica propia del género de superhéroes.

Cualquier cosa que toca el señor King me parece de sobresaliente y su Batman es mi Caballero Oscuro definitivo. Sin embargo, por encima de todas sus exitosas obras, hay una que destaca por encima del resto; el que para mí es el cómic del siglo, uno de esos tebeos que solo se ven una vez en toda una generación, que llega al Olimpo comiquero y permanecerá por toda la historia en ese lugar que tanto le corresponde. Se trata de Mister Miracle (Mr. Milagro en España). Personalmente tengo que decir que a mí nunca me interesó el Cuarto Mundo que creó el difunto Jack Kirby. Se me hace demasiado densa y desactualizada a día de hoy, aunque su valor histórico y artístico siempre estará presente. Aun así, cuando esta serie de 12 números llegó a mi tienda, y tras oír las excelentes críticas provenientes de Estados Unidos, decidí comprarla.

Es una lectura que se toma su tiempo para estructurar todo lo que quiere tratar y al principio puede resultar confuso para los que no hayamos leído el universo creado por Kirby. Pero King es un auténtico genio a la hora de contar historias y paso a paso nos va presentando algo grande, que rompe e innova el mundo del cómic dándonos un tebeo que combina la epicidad de la guerra entre dioses con la cotidianidad de cualquier pareja normal y todas las fases por las que va pasando su relación. Este cambio no resulta en ningún momento abrupto para el lector; sino que está todo perfectamente conducido, creando un contraste tanto narrativo como gráfico gracias al fabuloso arte de Mitch Gerads, quien se encarga del dibujo y del color.

Podría destacar muchas cosas de esta serie, ya que es digna de estudio. Por ejemplo, la maestría lingüística del cuarto número en el juicio a Scott Free, la relación romántica, sexual y familiar de Scott Free y Big Barda, el contraste que se crea hablando de reformas domésticas por la llegada de un retoño mientras llevan a cabo una intensa infiltración, cómo realmente es un parto y la conciliación familiar de dioses que pelean en una guerra que genera caos, muerte y destrucción mientras crían a un bebé. Es una historia de desarrollo lento, pero muy intensa, dramática y épica. Es imposible no empatizar con la pareja protagonista de una forma única. Y es que este es el sello de Tom King y lo que le hace mi guionista favorito. Por eso me gusta tanto. Porque por fin he encontrado un guionista que le da el enfoque que yo quería ver por fin en los superhéroes; algo poético, único y especial.

El éxito de esta obra también tiene mucho que ver su compañero de aventuras Mitch Gerads, quien está a la altura de todo lo que se requiere en el cómic. Gerads no es solo un gran ilustrador sino que también un excelente narrador gráfico, haciendo que el arte y el guion vayan de la mano durante todo el recorrido. Además, hay continuas referencias a DC, el Cuarto Mundo, un precioso homenaje a Jack "The King" Kirby, guiños en las camisetas de Scott Free y hasta en cierto momento, aparecen los autores retratados en una viñeta. Y es que este cómic gana con las relecturas. Cuanto más se lee, más se aprecia su calidad y se encuentran más guiños. Muchos cómics pierden al volver a abrirlos ya que se basan en el factor sorpresa y una vez se conoce el desenlace, se pierde el interés en ellos. En Mr. Milagro ocurre a la inversa. Cuanto más lo leo, más noto que estoy ante una auténtica obra maestra.

No soy una persona que crea en la perfección; pero es que lo mire por donde lo mire, soy incapaz de sacarle ni un solo defecto. Cuenta todo lo que tiene que narrar en la exacta cantidad de páginas, de la forma más acertada posible, haciendo énfasis en los aspectos más importantes y con un arte que se hace uno solo con el guion. A veces me gustaría saber qué sintió la gente cuando leyó el Born Again, Watchmen o The Dark Knight Returns en el año de su lanzamiento. Por fin he podido experimentar la sensación de leer en el momento una obra maestra que formará parte de la historia por su gran calidad y será irrepetible.