Bendis: El Eterno Odiado

En la entrada de hoy me gustaría hablar de uno de los grandes nombres del cómic de superhéroes de las últimas dos décadas. Sería imposible entender a la Marvel del siglo XXI sin su presencia (allá cada uno si entiende que esto es un halago o un insulto). Y aunque su paso por DC fue mucho más breve y no tuvo tanto calado en la industria, también contó con unos cuantos años de libertad total. Estamos hablando del infame Brian Michael Bendis.

Detesto a Bendis. No puedo con Bendis. Leer sus obras es algo que me supera, que me hace enfadar y bufar. Y no soy la única. Muchísimos lectores no le soportan; especialmente los más veteranos que se han leído las etapas clásicas. Quiero aclarar que hay cosas de Bendis que me gustan, lo reconozco. No todo lo que ha guionizado es espantoso. Lo que pasa es que esas cosas son la minoría. Al principio Bendis parecía que prometía mucho. Por ejemplo, su Ultimate Spiderman fue un auténtico soplo de aire fresco. Una forma de decirle a los chavales jóvenes en pleno inicio de milenio: "Eh, vamos a contar los orígenes de Spiderman de nuevo, pero evitando la manera en la que lo narraron Lee y Ditko. De eso hace casi medio siglo. Vamos a poner lo que te interesa a ti, adaptado a los nuevos tiempos y a la moda actual. Queremos que conectes con ello". Y funcionó. Pese a que con los años la línea Ultimate decayó muchísimo, todo el mundo recuerda con cariño la colección de Spiderman. Además, aquí nos trajo a Miles Morales. Tal fue su popularidad que cuando el universo Ultimate desapareció, desde Marvel trajeron a Miles a la Tierra-616. ¿Y es necesario comentar cómo en pocos años la popularidad de Morales ha traspasado a otros medios?

También tuvimos Powers, una obra que gustó mucho y que hizo que para muchos Bendis se convirtiera en una de sus mayores apuestas para este nuevo siglo. Era otra forma de contar historias de superhéroes. Y llegó Alias, cuyo primer número fue rompedor. Jessica Jones era un personaje muy diferente. Alcohólica, malhablada, en el principio tiene una escena de sexo anal... Todo esto en un thriller detectivesco y puro noir. Una pena que luego en The Pulse infantilizara la trama y Jessica perdiera parte de su encanto natural. Además, su etapa en Daredevil es una de las mejor valoradas por los fans. Para muchos solamente está por detrás del fantástico trabajo de Frank Miller y, quizás, de Ann Nocenti. Pero luego, llegó la hecatombe. Tebeos por los que es imposible defenderle. Todos estos que he comentado antes ya dependen un poco del gusto de cada uno. Pero a los que vienen a continuación me es imposible sacarles algún punto positivo o virtud.

Los Vengadores de Bendis no es que fueran muy convincentes. Había mucho fanservice, pero poca sustancia. Argumentos torpes, vacíos y poco inteligentes. Además, las conversaciones en apariencia realistas que usa el autor (y que son sello distintivo de la casa) empiezan a cansar. No aportan nada y se hacen tediosas. Quizás en una serie de televisión funcionarían, pero desde luego que en un tebeo no. Pero Bendis siempre ha vendido bien, así que mientras funcionara en ventas (pero no en calidad), se seguirían sacando obras del autor. Por 2005 tuvimos a Dinastía de M. Un evento espantoso. Todos recordamos el ya mítico "No More Mutants", pero es que el tratamiento que se le da a la Bruja Escarlata es vergonzoso. Cansa un poco que en la ficción, cuando una mujer es poderosa, se vuelve loca. El statu quo de los mutantes cambió para siempre y, aunque en estos casi 20 años han contado con buenos arcos, ya nunca han vuelto a ser lo mismo. Han perdido esa esencia que tanto me gustaba.

Y hablemos de sus X-Men. Fue una larga etapa. Le dejaron absoluta libertad, como a Chris Claremont en su momento. Pero en tantísimos números que hizo, no aportó nada. Que si las versiones jóvenes de la Patrulla-X, que si Jean Grey de vuelta tras enésima vez, que si el testamento de Xavier tras su fallecimiento en Vengadores vs X-Men... Para al final nada. Unos cómics aburridos, que es lo peor que puede ocurrir en un tebeo de superhéroes, conversaciones inservibles y extenuantes... Y todo para que lo único recordado de su etapa fuera que ahora El Hombre de Hielo es gay. Una cosa que se sacó de la manga por retrocontinuidad; porque Bobby Drake nunca dió señales de que era homosexual. Y mira que Claremont, veladamente, creó a muchos personajes de diferentes orientaciones sexuales en sus etapas. Pero creo que Bendis hizo un sorteo y le tocó a Bobby; igual que le podría haber tocado a cualquier otro. Y la forma en que lo saca del armario es vergonzosa. Todo estuvo muy mal pensado y peor ejecutado.

Sobre los Guardianes de la Galaxia mejor ni hablemos. Hecho con el piloto automático, con ningunas ganas y cosas tan surrealistas como tener a Kitty Pryde por el espacio y siendo novia de Star Lord. ¿Por qué? Pues más o menos igual que el motivo por el que hizo a Bobby gay: mero azar. Y ahora volvamos a Ultimate Spiderman, porque sí, estuvo muchos años escribiéndola. ¿Qué, pensabas que todo fue bueno aquí? Pues realmente no porque llegó un punto, ya con Miles Morales, que la calidad bajó mucho y Bendis tiraba por lo aburrido. Esa chispa de los primeros arcos se había esfumado. Quizás si se hubiera retirado a tiempo, el resultado global hubiera mejorado.

Pero ojo, Bendis no solo ha hecho tropelías en Marvel. En noviembre de 2017 se anunció que Bendis fichaba en exclusiva por DC. No sé si lo celebraron más los fans de DC por llevarse a un superventas o los marvelitas por quitarse a semejante lastre. Que ojo, con la marcha de Bendis tampoco es que mejorara mucho la Marvel actual. Pero bueno, ya conocéis el dicho: tanta paz lleves como descanso dejes. El caso es que, contra todo pronóstico, a Bendis no le dieron Batman, personaje por el que apostaban todos por su entorno callejero. Le dieron a Superman. Bendis y Superman. Eso es algo que me suena similar a las extrañas mezclas de comida como los Cheetos con leche o las patatas fritas con Nutella.

El Superman de Bendis fue un sinsentido, desde su miniserie previa hasta el final de su etapa. Que si Jor-El se lleva a Jonathan Kent de viaje espacial y Lois se apunta, que si el niño vuelve ya crecido como un adulto, que si la gente lanza especulaciones de que Lois Lane es infiel a Clark Kent con Superman convirtiéndose en la comidilla de la prensa rosa... Superman necesitaba una renovación, ya que lleva bastantes años sin despuntar como merece el primer superhéroe de la historia. También le dió tiempo a realizar la Legión de Superhéroes (cualquier parecido con la Legión clásica es pura coincidencia), el olvidable y mediocre evento El Incidente de Leviatán, la Young Justice o crear a Naomi. Esta última consiguió una miniserie en CW, aunque tampoco es que esto sea un gran logro. Y poco más. Así destacable y positivo tenemos Universo Batman junto a Nick Derington. Una miniserie creada para Walmart (al igual que Superman: Arriba, En El Cielo de Tom King) y que es muy chula, con viajes temporales y dimensionales por algunos rincones de DC.

En definitiva, Brian Michael Bendis es un escritor que desde hace tiempo ha perdido mi confianza. En sus primeros años despuntó con obras independientes noir y sus primeros años en Marvel cuentan con buenos números. Pero desde hace años destaca por el sinsentido de sus historias, lo aburridas que resultan, constantes atentados a la continuidad y las cargantes conversaciones que realiza para sus personajes. Bendis es un claro ejemplo de que en las ventas es más importante el marketing que la calidad. Lo peor de todo es que, aunque lleve algún tiempo sin apenas producir, ha creado una corriente que lleva ya tiempo entre nosotros y todo apunta a que durará muchos años más: el decompressive storytelling; o lo que es lo mismo, que lo que en los 80s se contaba en una grapa ahora se necesita como mínimo un arco argumental. Y de los autores que usan esta forma de narración solo salvo a Tom King, por la aportación psicológica que da a los personajes y sus brillantes diálogos. El resto solo han servido para emponzoñar más el medio y hacer que los tebeos de superhéroes pierdan popularidad y que pocas series de la última década se salven de la quema. Otra muestra más de que a veces más es menos. Bendis tuvo muchas ventas en su momento, pero ha dejado a la industria herida de muerte en cuanto a calidad. Y esto conlleva que las ventas bajen, que el manga se haya comido terreno hasta en Estados Unidos y que las ventas del cómic de superhéroes caigan. ¿Estoy acusando a Bendis de destruir la industria desde dentro? Quizás.

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