God Country - Una Macarrada Cortesía de Donny Cates

Donny Cates es un autor que tiene cómics muy divertidos, con ciertos toques noventeros y macarras, pero bastante bien ejecutados a la hora de contar historias. Cates alcanzó la fama con obras como Thanos Vence, Veneno, Redneck, el Motorista Fantasma Cósmico, Estela Plateada Negro, Babyteeth, Crossover y los Guardianes de la Galaxia. Su nombre supuso un gran descubrimiento para la industria del cómic. Actualmente ha estado unos meses con sus proyectos aparcados tanto en el cómic independiente como en Marvel. Pero está claro que necesitamos a Donny Cates trabajando en los tebeos, ya que hace algo que muchos de los autores actuales no consiguen: hacer números entretenidas. Una de sus mejores obras en el terreno independiente ha sido God Country, una miniserie publicada por Image Comics y editada en España por Panini.

A lo largo de estos seis números, el equipo creativo formado por el escritor Donny Cates, el dibujante Geoff Shaw y el colorista Jason Wordie, nos internan en la Texas más profunda a lo largo de un relato épico, lleno de acción y aventuras que combina toques mitológicos y kirbyanos. La premisa de la historia parte como un drama humano al centrarse en el alzheimer que padece Emmet, un anciano que tiene esta horrorosa enfermedad, la cual provoca que su familia también sufra al ver el estado en el que se encuentra. Los especialistas determinan varias fases que les acaecen a los enfermos de alzheimer, ya que no solo consiste en olvidar los recuerdos, sino también en tener brotes violentos hasta que se termina llegando casi a un estado de catatonia. Sé perfectamente lo que es esto puesto que una abuela mía, fallecida hace unos años, pasó por todas ellas. Es duro ver de esta manera el declive de una persona.

Nuestro anciano protagonista se encuentra en el período de enajenación, en la que, a parte de olvidar sus recuerdos, es peligroso y no es capaz de controlar su mal genio. Emmet asusta a su hijo Roy Quinlan, a su nuera y  asu nieta, quienes se encargan de cuidarle desde el fallecimiento de su esposa. Sin embargo, ahora tienen el dilema de sí abandonarle, ya que la familia está viviendo muchos momentos de tensión. Pero las obras de Cates no son dramáticas ni emocionales en extremo; este no es un tebeo de Paco Roca. Y esto se nota ya que rápidamente el cómic da todo un giro que cambia por completo la situación. Una noche, un tornado destruye la casa de los Quinlan. Cuando Roy va a ver si su padre ha sobrevivido, una poderosa espada que pertenece a un dios aparece. En ese momento, cuando Emmet se hace con la espada, se cura de su enfermedad y adquiere un vigor y una vitalidad que hacía años que no sentía. Pese a ello, no todo será tan fácil ya que este dios mitológico querrá recuperar su charlatana, carismática y poderosa arma, enfrentándose al anciano en un combate a muerte.

Esta miniserie de 6 números es realmente divertida y su lectura es bastante ágil y dinámica. Cates sabe usar muy bien los recursos narrativos dándonos parte emotivas, épicas y muy atractivas para el lector. Su modo de escritura es fluido y la obra se consigue leer de una forma muy rápida, sin querer soltar el tomo hasta llegar al final. Todos los cómics de Donny Cates son muy entretenidos de leer y tienen un aire fresco que se echaba de menos en este mundillo. Es lo que los noventa deberían haber sido pero que muchos cómics de la época no lo consiguieron debido a las grandes taras que hubo tanto a nivel narrativo como artístico. Cates sabe dónde están los límites a la hora de escribir; conoce la fina línea que separa una macarrada divertida llevada con maestría y una bizarrada sin sentido que hace aguas por todas partes. No entra en mi top de autores preferidos, pero todas sus series cumplen a la hora de hacernos disfrutar y atraer al público joven a los tebeos.

Y el otro gran aspecto de este cómic es el arte. Geoff Shaw realiza un estupendo trabajo a los lápices a la hora de transportamos a la Texas más profunda y a mundos mitológicos bastante abstractos. El diseño de los personajes y los escenarios es muy bueno, al igual que las escenas de acción en las peleas y los combates de espadas. Todo su trabajo se ve potenciado por la asombrosa paleta de color de Jason Wordie, quien sabe darle las tonalidades cromáticas ideales tanto a la crudeza del ambiente desértico del sur de Estados Unidos como al casi onírico lugar en el que habitan los dioses.

En resumen, God Country es un trabajo que cumple muy bien lo que promete. Si esperas una aventura con mucha acción y un excelente arte, este cómic te encantará. Cates es un guionista que ofrece lo que promete. No hay más. Él da entretenimiento puro y duro de una forma muy bien escrita. No busques un relato que te vaya a cambiar la vida o que suponga una reflexión sobre temas importantes y profundos. Esto sería el equivalente a un blockbuster palomitero. Lo disfrutas, te maravilla y esperas la próxima macarrada del creador. En España podemos encontrar God Country editado por Panini Cómics en un tomo en tapa dura al precio de 20€.