Stray Dogs (Perros Callejeros) - Un Thriller Canino Impescindible

Una de mis mejores lecturas del año pasado fue Stray Dogs (Perros Callejeros), una miniserie que tuvo mucho éxito en Estados Unidos y que esperaba con ganas. Ha arrasado tanto a nivel de críticas como de ventas. Hasta fue nominada a los Eisner en la categoría de Mejor Serie Limitada. Originalmente fue publicada por Image Comics en el 2021 y aquí tardó unos meses en aparecer. ¡Y a qué precio! Eso sí, ojalá todo lo que compráramos tuviera esta calidad. Su precio es bastante alto: 27€ por 240 páginas, pero merece mucho la pena. ¿O acaso no nos compramos cosas peores por el mismo o hasta mayor coste? Aunque se trate de una miniserie de 5 números, la justificación viene a raíz de la inclusión de dos números extras, Stray Dogs: Días de Perros, que sirve tanto de precuela como de secuela. A diferencia de la edición TPB americana, que está dividida en dos partes, aquí nos encontramos con un tomo integral. Y a modo de extras, se incluyen portadas que homenajean portadas de películas y cómics de terror.

En cuanto a la historia, hay que comentar que me sorprendió. El argumento transmite una sensación de agobio, incertidumbre y desasosiego que contrasta con el dibujo cartoon similar al estilo Disney. En una historia de thriller y terror psicológico, provoca gran impacto ver a estos animales con un toque más cuqui y menos realista, haciendo que todo lo que aquí suceda duela muchísimo más. Estos autores, Tony Fleecs y Trish Forstner son bastante desconocidos. Tanto el artista como la dibujante han desarrollado principalmente su carrera en la franquicia de My Little Pony. Y es algo que se percibe en su lectura, al tener cierto aire a los tebeos infantiles pero con una trama muy oscura. Puede parecer una mezcla que al principio pueda parecer extraña pero que os aseguro que funciona a la perfección. Esta mezcla tan poco frecuente es lo que hace resaltar este título entre toda la avalanchada de novedades que hay semanalmente.

Pese a que los diseños pueden recordar a los vistos en 101 Dálmatas o La Dama y El Vagabundo, detrás de esta miniserie hay mucho más. Nuestra protagonista es Sophie, una perrita de raza papillón que sufre amnesia. Acaba de llegar a una nueva casa llena de perros, pero es incapaz de recordar su pasado. No reconoce a nadie y sabe que antes vivía con una humana, pero poco más. Con el tiempo, y gracias a las suspicacias de Sophie, el resto de perros se irán dando cuenta de que ellos tampoco son capaces de hacer memoria y que su nuevo dueño está guardando un secreto bastante perturbador, pese al recelo de muchos que no quieren averiguar nada ya que son felices, viven bien y su amo les cuida. A raíz de esto, el grupo iniciará una investigación que provocará ciertos momentos de máxima tensión (y para los que somos amantes de los animales, de hasta sufrimiento).

Toda la historia transcurre desde el punto de vista de los canes, sin llegarse a ver ningún rostro y con las limitaciones que puede tener su cerebro en comparación al nuestro; como mantener nítidamente los recuerdos. Cada miembro de la manada tiene una personalidad definida, dando bastante diversidad al tebeo. Durante todas las páginas se mantiene esa sensación de que algo anda mal, de que ese no es su sitio y de que algo terrible ha pasado. Y esto permite a los autores jugar con nosotros, los lectores, traspasándonos esas sensaciones de angustia. Por otra parte, el color de Brad Simpson juega un papel fundamental, alternando la paleta cromática con el objetivo de cambiar la atmósfera por completo. De un solo vistazo se puede ver si una página nos muestra una vida perruna cómoda o si nos va a adentrar en el suspense y la tensión.

El argumento se encuentra muy bien cohesionado y en su desenlace todo termina encajando. Los giros de guion mantienen en auténtica expectación. Es algo que funciona muy bien y gustará tanto a los lectores habituales de cómic como a aquellos que se acercan por simple curiosidad o por amor a los animales. No es un tebeo especialmente feliz o infantil, por lo que no os dejéis engañar por el cuquismo de su arte. Stray Dogs (Perros Callejeros) fue una de las grandes sorpresas en cuanto a las lecturas que tuve el año pasado, alzándose en uno de los puestos más altos. Da gusto cuando una obra que no pertenece a una gran franquicia (como en el caso de los superhéroes) ni tiene a autores populares a sus espaldas termina siendo un producto tan cuidado. Engancha desde el inicio y no baja el listón en ningún momento.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Odio Eterno al Cómic Moderno (de Superhéroes)

La Película Cancelada de Gambito

Puntuando a los X-Men